Nosotros

«…entidad humanitaria, científica i docente, impulsada por hombres de corazón deportivo…»

Climent Vidal i Solà (Fundador i primer presidente del CRIS)

El 26 de abril de 1954, a las once y media de la noche, se levantaba el acta fundacional del primer club de submarinismo de nuestro país, una entidad con voluntad de aglutinar a todas aquellas personas que deseaban participar en el descubrimiento del mundo submarino.

Durante mucho tiempo, el CRIS fue el único representante del escafandrismo en nuestra sociedad convirtiéndose en una entidad pionera y siendo actualmente el decano, en la Península Ibérica, de los centros de buceo e investigación submarina. Las noticias en la prensa diaria y las revistas ilustradas de la época publicaban cotidianamente nuestras actuaciones.

Antes de que las entidades públicas empezaran a funcionar, el CRIS era el único estamento civil que desarrollaba trabajos humanitarios como si se tratara de una ONG. Aquellas personas habían hecho suyo el lema de los «minyons escoltes»: SIEMPRE A PUNTO! Para recuperar a un ahogado, reparar la compuerta de una presa, encontrar un avión de los Estados Unidos perdido en el mar, recuperar un cañón de bronce en Roses, rescatar marines americanos en el puerto de Barcelona, y mil cosas más. Los hombres del CRIS siempre estaban listos.

Durante el verano de 1954, pocos meses después de la fundación del club, realizamos el primer curso de buceo con 59 participantes inscritos. El 10 de diciembre del mismo año, el mismo Climent Vidal publicó el «Manual de Submarinismo» que fue utilizado durante más de 20 años, tanto en los cursos del CRIS como en las actividades formativas de la marina militar norteamericana.

Hoy en día, después de muchos cursos, hemos formado a miles de buceadores, algunos de los cuales se han incorporado con éxito al cuerpo de bomberos, la Cruz Roja, la Guardia Civil, la Guardia Municipal u otros puestos de responsabilidad en funciones de rescate. También vemos con satisfacción cómo muchos de ellos son ahora responsables de centros de

formación y divulgación.

En el año 1958 se hizo evidente la necesidad de una cámara de recompresión. Después de un pequeño calvario conseguimos la cámara individual de recompresión en las que se realizaron 23 tratamientos, salvando posiblemente, algunas vidas. Después vino la cámara hiperbárica multiplaza. Fue una época en la que tuvimos que luchar en todos los frentes. A las dificultades técnicas y económicas se sumó la cuestión política, dado que eran muchas las instituciones que querían apropiarse de los resultados que con tantas penas i trabajos habíamos obtenido. Actualmente la cámara hiperbárica instalada en el Hospital Moisés Broggi en Sant Joan Despí, Barcelona, y gestionada por la entidad CRIS-UNITAT DE TERAPÈUTICA HIPERBÀRICA, es toda una institución con un nutrido grupo de médicos especializados en servicio permanente.

El CRIS ha estado siempre organizado en departamentos dirigidos por personas responsables, y formados por unos integrantes dignos de elogio por su trabajo desinteresado. La creación o desaparición de departamentos es flexible dependiendo de la disponibilidad de sus componentes y pensando siempre en el buen funcionamiento del club. Las personas que han formado parte de esta estructura han sido siempre merecedoras de reconocimientos públicos y premios que han acabado revertiendo en el CRIS como entidad madre.

Los tiempos han cambiado y las semillas que sembramos han fructificado. El número de submarinistas formados, primero en el CRIS y poco a poco en los distintos centros que han aparecido a lo largo de los años, han derivado en una atomización de la oferta, contándose hoy por centenares los clubes y centros de buceo en nuestro país.